Restaurantes mexicanos en el extranjero hay cada vez más. Les aseguro que a donde vaya siempre me los encuentro. Pero, olvídate de la doble tortilla en los tacos, de la variedad de salsas (caseras), del cuchillo gigante o de la tabla gorda y gruesa del taquero, pero sobre todo, olvídate de encontrar auténtica y verdadera comida mexicana en cualquier lugar, no es tan fácil como parece.
Encontrar verdadera comida mexicana no es fácil y en muchos casos, no es económica. Pero lo que sí es fácil encontrar son típicos errores, confusiones, mezclas o fusiones de la gastronomía mexicana que terminan por destrozarla, por mal venderla. Les cuento.
Restaurantes mexicanos en el extranjero: no sean así

Si algo he aprendido en los años viviendo en España es que el verdadero sabor mexicano está en México. Y que los restaurantes mexicanos en el extranjero, pues, se tienen que adaptar al paladar de los locales. Y la realidad es que en España no se acostumbra a comer con mucho chile, ni con mucho limón, ni con kilos y kilos de aguacate, que además es carísimo. Pero hay unos que de plano si se pasan.
1. Promocionarse como comida mexicana y ser Tex-Mex
Este primer punto es un error tan frecuente de los restaurantes mexicanos en el extranjero que lo verán permeando en muchas de las otras anotaciones de este escrito. Y no es que la comida Tex-Mex tenga nada de malo, de hecho este estilo de comida originaria de Texas es muy rica y utiliza muchos ingredientes parecidos a la comida mexicana.
Cada cocina tiene su sabor y la preferencia por una u otra es cuestión de gustos, pero eso de andar confundiendo el chili con la arrachera no tiene perdón. Si el menú se parece a la carta de Chili’s… no es comida mexicana lo que encontrarás ahí.
2. Nachos en la comida del día
¿Te imaginas una comida corrida que de primer tiempo te ofreciera nachos con queso amarillo y de segundo tiempo tres tacos de carnitas? ¿De cuándo acá? Mejor que pongan totopos al centro, pico de gallo y alguna salsita. ¡Lo típico! Ya después le podremos ir entrando a los tacos, aunque…
3. La dinámica con las órdenes de tacos
Los restaurantes mexicanos en el extranjeros, sobre todo las taquerías, son más parecidas a un restaurante común y corriente. Aquí eso de pedir tacos de uno por uno no aplica, se pide por orden y por lo general la orden incluye tres tacos… ¡iguales! A mí me empieza a dar tortículis solo de pensar que el segundo ya se me estará enfriando y que para cuando llegue al tercero no habrá humito.
Para colmo, es común encontrarse con tacos en tortilla dura, que no cierran, como las del Taco Bell. ¿Por qué son así?
4. Un menú desordenado
Nachos, fajitas, tacos al pastor, hamburguesa con guacamole y jalapeños, cochinita pibil, enchiladas de pollo… ¡Huye de los restaurantes que tratan de juntar todo lo que suena mexicano en un mismo menú!
5. Los rábanos brillan por su ausencia
Es más probable encontrar unas rodajas de rábano morado hidropónico encima de unos chilaquiles verdes orgánicos que encontrar rábanos rojos en las taquerías. Por alguna razón que aún no descubro, no parece asociarse mucho el rábano a nuestros sabores, es más decorativo.
6. Las tortillas
Uno de los mayores suplicios de los restaurantes mexicanos en el extranjero es conseguir tortillas decentes. Muchos de los restaurantes recurren a la primera opción que encuentran en su camino. ¿Enchiladas verdes con tortillas de harina? Podría ser, siempre que estén recién hechas, pero las tortillas de harina se aguadan a la primera y terminan haciendo una mezcolanza muy desagradable. Al menos a mí, me matan la cura por más rica que esté la salsa.
7. También cambiarle el nombre a las tortillas
Los estoy viendo a ustedes, queridos españoles. Posiblemente las tortillas en España hayan sido rebautizadas como tortitas para diferenciarlas de la emblemática tortilla de patata. ¡Lo respetamos! Pero entrar a un restaurante mexicano, decorado con papel picado, con música mexicana de fondo, con manteles de flores. Sentarse y ver que también en el menú hay cochinita pibil acompañada de tortitas o quesadillas de tortitas de maíz… ¡Le quitan toda la inmersión al asunto desde antes de probar la comida, pues!
8. La falta de antojitos mexicanos
Oremos entre todos: sopes, pozole, molletes, tacos dorados, flautas, huevos rancheros, huevos divorciados, tlacoyos, burritos de machaca, tortas, chiles rellenos, caldo de res, frijoles de la olla, totopos… Échenle ganitas e incluyan al menos algunos platos verdaderamente típicos. ¡El puro nombre no es suficiente!
9. Obviamente… ¡no hay micheladas!
Sí es cierto que cada vez las veo más en los restaurantes mexicanos en el extranjero pero, ¡es una de las bebidas más representativas de México! y no es común encontrar micheladas. Eso de rodaja de limón a una Corona no es preparar una michelada, amigues.
10. La salsa extra que nunca es suficiente…
Siempre que voy a un restaurante mexicano en el extranjero me termino sintiendo bien enfadosa, imagino al mesero quejandose de mí, porque no paro de pedir limones y salsa. pero es que las salsas te las dan en unos recipientes minúsculos.
Cuando hay más de un mexicano en la mesa, es un estrés constante ver que aún pidiendo una segunda ronda de salsa —que te van a cobrar—, esta no será insuficiente. Pero más grave aún que la insuficiencia son…
11. Las salsas que no pican
¡No enchilan nada de na! Es normal que los sazones mexicanos se adapten a los paladares de otros países, lo que les decía, pero ¿qué es lo que caracteriza a la gastronomía mexicana? ¡La salsa tiene que enchicar! Y no vale sacar la Valentina para la comida. ¡Menos la Tabasco! ¿Y la ranchera? ¿Y la chipotle? ufff
12. Demasiado ingenio con los nombres
¿Se imaginan en México un restaurante español que se llame gilipollas? Pues en España hay un restaurante que se llama Pendejo y todos los camareros usan como uniforme una camiseta que en la espalda hace alusión al nombre. O imagínate una taquería en la que cada taco lleve el nombre de una grosería mexicana. No es broma, en Barcelona hay una cadena. Algunos restaurantes mexicanos en el extranjero abusan de distintos elementos de nuestra identidad para llamar la atención.
13. Pichicatean el limón
Olvídate de que estén en el centro de la mesa. Los limones hay que pedirlos y hay que pagarlos. Y cuando te los traen verás con asombro que son rodajas y no mitades de limones. ¿Cómo exprimes una rodaja? Si eres limonero de corazón, prepárate para pelar los ojos cuando veas que el limón… ejem…
¿Y entonces? ¿Cómo le puedes hacer para reconocer un auténtico restaurante mexicano en el extranjero?
Fácil, ¡pon un amigo mexicano en tu vida! Y si está en el extranjero, pregúntale que seguro ya se recorri varios para encontrar lo más auténtico.
Cuenta, ¿te ha pasado viajar al extranjero y comer en un lugar de comida mexicana? ¿con qué te encontraste?