Una de las características de Barcelona es que es ordenada y un tanto cuadriculada. La mayoría de las calles se llaman del mismo nombre desde la montaña hasta el mar. En Barcelona no te pierdes, caminas y caminas y siempre estás paseando. Así que aquí, ¡vente a pasear!
Lo que en México se llaman delegaciones, en España son distritos y en Barcelona existen diez que a su vez se subdividen en 73 barrios, nuestras colonias. El distrito 1 y 2 es Ciutat Vella, el más antiguo de la ciudad y el Eixample, el primer crecimiento urbano una vez que se derribaron las murallas, donde está La Sagrada Familia.
A su alrededor se encuentra Sants Montjuïc, Les Corts, Sarriá, Gràcia, Horta-Guinardó, Sant Andreu y Sant Martí. A estos nueve se suma Nou Barris, el más joven. Todos tienen ciertos patrones que los hacen similares, pero sin duda, cada uno diseña su personalidad en el día a día.
Y cuando me preguntan, Arlene en qué zona me recomiendas quedarme en Barcelona, siempre pienso en barrios y en sus personalidades. Por eso quiero hablarles de 6 barrios de Barcelona para caminar, para conocerla, incluso más allá de los barrios más turísticos.
Y como decía Henry D. Thoreau, caminar es un manifiesto inspirador.
6 barrios para caminar Barcelona
Sants Montjuïc
Puedes empezar por la calle Creu Cuberta, uno de los grandes corazones de la ciudad. Es una de las vías comerciales más largas y emblemáticas de un barrio céntrico, todo a la mano, incluso, hay un bus directo del aeropuerto.
Sants era un pueblo industrial que con el tiempo se añadió a la ciudad y llegó a ser uno de los centros de la Barcelona industrial del siglo XIX. Aquí está el Parc de l’Espanya Industrial, una antigua empresa textil fundada en 1847 transformada en parque desde 1992. Muy cerca de la estació de Sants, donde tienes bus, tren y metro.
Posiblemente lo más famoso del barrio es Plaza España, donde se encuentra el Arenas y lo mejor, el mirador del Arenas. Lo vas a reconocer rápido porque es un centro comercial que conserva lo que fue, una plaza de toros. Desde arriba hay una vista y un paseo de 360 grados donde además de admirar Plaza España en todo su esplendor, puedes ver como en ningún otro lugar una de las obras de Joan Miró, “Mujer pájaro”.
Es en Plaza España donde se abre un espacio de postal. La concentración de la Fira de Barcelona, la Fuente Mágica de Montjuic, las torres venecianas, las columnas romanas, el Museo Nacional de Arte de Cataluña y por supuesto, el castillo de Montjuic, el punto más alto de la ciudad con vistas al puerto industrial.
Caminas y caminas y seguirás caminando y se te puede ir todo un día solo en esta zona.
Sagrada Familia
La imagen más famosa de Barcelona vista desde arriba, ¿la ubicas? Esa que se ve cuadriculada, ordenada, armoniosa y que sobresale la Sagrada Familia. Ese es el Eixample, pero es un distrito tan grande que se divide en seis barrios: la Dreta de l’Eixample, la Antiga Esquerra de l’Eixample, la Nova Esquerra de l’Eixample, el Fort Pienc, Sant Antoni y la Sagrada Familia.
Sí, la Sagrada Familia además de ser un templo es un barrio. Lo que antes eran campos, en 1881 llegaron las obras del primitivo templo neogótico proyectado por Francesc de Paula Villar y seguido por Antoni Gaudí, y se quedó para ser testigo de todo el crecimiento y transformación del barrio.
Mi ruta favorita inicia en el máximo representan del modernismo catalán, el Recinto Modernista Sant Pau, un antiguo hospital con nada más y nada menos que seis siglos de historia. Justo ahí comienza Av. Gaudí, todo un paseo peatonal de varias calles que atraviesa la parte alta del barrio y que está decorada por las farolas modernistas diseñadas por Pere Falqués, hace que las terrazas, restaurantes y tiendas tengan el toque modernista que distingue a la ciudad. Av. Gaudí termina en La Sagrada Familia.
Siempre recomiendo darle la vuelta a la Sagrada Familia, entrar a los parques y jardines y muy cerca, por ejemplo, están los pasajes de Torres, León y Pau Hernández, o la Plaza Pablo Neruda y el mural Balcones de Barcelona.
El Clot
El barrio de La Sagrada Familia delimita en un extremo por la calle Provenza y calle Rogent. Y en este punto del barrio Camp de l´Arpa empieza un buen paseo por la calle comercial del barro que nos lleva al barrio del Clot. Una delicia de caminata entre árboles y comercio local.
El Clot existe desde la época medieval como Clotum Melis, pero que para el siglo XX su carácter, como muchas otras partes de la ciudad, se industrializó. Hoy es un barrio que ofrece una identidad muy natural de la ciudad.
Vale la pena pasarse por Parc del Clot o els Jardins del Clot de la Mel o la plaza Valentí Almirall, ¡y el mercado! La plaza donde está el mercado es un lugar ideal para hacer el vermú, para tapear, para tomar un café o para sentarte a disfrutar de una nieve. ¡No importa la época del año!
El barrio de Clot no se distingue por ser turístico, está cerca de todo pero no es el centro, aunque si la comparamos con nuestras ciudades de México, ¡Barcelona es pequeñita! todo está cerca, y desde aquí son 5 paradas de metro del centro de la ciudad ,es decir, menos de 10 minutos.
Tengo que mencionar algunas de las joyas arquitectónicas, como la Casa Ramon Aguyé, el edificio del Orfeó Martinenc o la Casa taller de Santiago Gambús. Pero también hay modernidad, por ejemplo, en 2005 se inauguró la torre Agbar que hoy se llama Torre Glories, un rascacielos situado junto a la plaça de les Glòries, que es uno de los tres más altos de Barcelona. Que a partir de mayo de 2022 también es un mirador. Y si ya estás aquí, una vuelta por el nuevo parque de Glóries, o els Encants Vells, un mercado gigante, y el Museo del Diseño de Barcelona, donde puedes aprender sobre el modernismo catalán.
Poblenou
Y si vienes del Clot también puedes seguir la ruta hacia Gran Vía y llegar a La Rambla de Poblenou. ¡Está de moda este barrio!
Con mucho pasado industrial, es normal ver esas torres de ladrillo que en realidad eran chimeneas. Incluso antiguas fábricas convertidas en centros culturales. ¡Y mucho street art!
La Rambla es un paseo que te lleva hasta el mar, y si miras a la derecha y a la izquierda encontraras arquitectura, historia, heladerías tradicionales, bares, terrazas y mucha vida. Una rambla de un kilómetro que la convierte en una de las más largas de Barcelona.
Este también es el barrio de la creatividad, aquí está el 22@, un proyecto para transformar 200 hectáreas de suelo industrial en proyectos innovadores, algo así como Silicon Valley. Si lo comparamos con el Clot, es un barrio más turístico, aquí ya hay hoteles, restaurantes más nice, es decir, hay más vidilla.
Grácia
Creo que conozco más este barrio que el mío y que todos en los que he vivido. Lo que me pasa con Grácia es que me facilita la existencia, hay de todo en una misma zona, a cualquier hora, en cualquier época del año. Y cuando digo que hay de todo, me refiero a que ¡aquí hay ambiente!
Hay barrios como el Clot o Poblenou o Sagrada Familia que tienen una o un par de calles principales donde se concentra todo, luego está Grácia que en todo el barrio hay algo. Lo más popular son sus plazas, llenas de restaurantes y terrazas, muchas que en la noche se convierten en el lugar ideal para tomar unas cervezas, muchas que entre semana son espacios para les niñes y en las mañanas para les abueles. Pero también es un barrio con su propia historia.
Como pasó con otras zonas de Barcelona, Gràcia era un pueblo que con el tiempo se adhirió a la ciudad. Y hoy la atmósfera de su personalidad es bohemia, hipster, alternativa, hippie, Gràcia tiene mucha gracia y unas fiestas con más de 200 años de vida que si estás aquí en verano, ¡apúntatelas y agéndalas!
Por cierto, en este barrio está Casa Vicens, la primera casa de Antoni Gaudí en Barcelona. Más que ser un barrio turístico es un barrio tradicional donde vas a escuchar muchos idiomas.
Nou Barris
De este si puedo decir que no está en el centro, no es turístico, no tiene una ruta modernista y tampoco se caracteriza por sus restaurantes de alta cocina. Y por eso vale la pena conocerlo, porque su característica principal es esa, la de un barrio en su jugo, sin más, es lo que es.
Vale la pena conocer la Sede del Distrito y la Biblioteca Municipal de Nou Barris, que está en tres de los doce pabellones de lo que un día fue el Instituto Mental de la Santa Creu, que además de ser un espacio para los trámites, es la sede de ferias y fiestas populares.
Eso sí, tiene un bar famoso: El Drácula. Es un restaurante/bar que parece vivir en un halloween permanente, nació con el barrio y ha crecido con él. Y está rico para tapear.
Pero más allá de eso, este barrio que se encuentra en el extremo norte de la ciudad, entre la sierra de Collserola y el distrito de Sant Andreu y está rodeado de grandes parques: el Parc Central de Nou Barris, Pac Turó de la Peira, Parc de la Guineueta y el Parc Can Dragó.
Y si quieres unas vistas de esta parte de la ciudad está la Torre Baró de principios del siglo XX. ¡Esta es otra Barcelona!
Entonces qué, ¿nos vamos a caminar?