Cuando hablamos de Barcelona siempre sale Gaudí al tema. Y cuando sale Gaudí vienen sus casas y edificios que nos dejan babeando. ¿Sabes cuál fue su primera obra? En 2017 abrió sus puertas Casa Vicens, y si te gusta la arquitectura y la cultura, es una visita que nos ayuda a comprender la mente de este genio del diseño y la creatividad.
Sagrada Familia, Casa Batlló, Colegio Teresianas, Casa Milà – La Pedrera, Casa Calvet, Torre Bellesguard – Casa Figueras, Park Güell, Palacio Güell y los Pabellones Güell. Con todo eso, ¿a poco no te da curiosidad por conocer su primera obra en Barcelona?
Por eso te quiero contar algunas curiosidades de Casa Vicens que espero te puedan ayudar a entender de qué estamos hablando.
Es la primera casa donde aplica su propia idea de vivienda unifamiliar. Dicen los que saben, que la construcción y ornamentación se integran de tal manera que no se pueden entender la una sin la otra. Y que en Casa Vicens te encuentras a “Gaudí antes de Gaudí”.
Les cuento:
Antonio Gaudí tuvo un gran mecenas, Eusebi Güell, pero antes, en 1883, fue Manel Vicens i Montaner, corredor de cambio y bolsa, el primero en confiar en un joven arquitecto el proyecto de su casa de verano. Se convierte al mismo tiempo en uno de los primeros edificios que inauguran el Modernismo en Cataluña y en Europa.
En 2014, la familia Herrero Jover vende Casa Vicens al banco andorrano Mora Banc, y éste lo convierte en una casa museo que abrió sus puertas al público el 16 de noviembre de 2017.
Son tres espacios y tiempos marcados en Casa Vicens: la construcción original de 1883-1885, obra de Antoni Gaudí; una ampliación en 1925 por Joan Baptista Serra de Martínez; y el jardín que la rodea, con palmeras, plantas trepadoras, magnolias o rosas, y entre otras especies vegetales de la época que se han mantenido vivas.
El requisito más importante para que un objeto sea considerado bello, es que cumpla con el propósito para el que fue concebido. Antonio Gaudí
En una hornacina construida en el interior del jardín, está la imagen de Santa Rita, procedente del templete construido en 1927, y con esto, cada 22 de mayo se celebra la misa en honor de Santa Rita y la bendición de rosas, una tradición que forma parte de la historia de la casa y del barrio de Gràcia.
La casa cuenta con una sala de fumadores, un espacio de recogimiento y ocio que se describe como un oasis oriental, con el techo forrado de hojas de palmera con racimos de dátiles, rosas amarillas y rojas pintadas al óleo.
Las estancias de uso privado y más íntimas de la familia Vicens se hallan en la primera planta: dos habitaciones, el baño y una sala de estar. Esgrafiados con motivos vegetales, todo un presagio del universo Gaudí.
En la terraza se encuentra un banco de madera para contemplar la naturaleza alrededor del jardín; este espacio exterior conecta con el dormitorio principal, garantizando la luz y ventilación adecuadas.
Gaudí crea en Casa Vicens su primera cubierta transitable, un auténtico mirador, espacio de evasión y contemplación. ¡Terraza! Tres estructuras iguales de ladrillo servían como sombrero de las chimeneas de la casa y hoy son un sello en la firma de Gaudí: terrazas y chimeneas.
Los trabajos de restauración iniciaron en marzo de 2017, y el criterio ha sido el retorno al original, y el respeto hacia la primera casa de Gaudí.
La segunda planta acoge una exposición permanente que permite conocer la historia de más de 130 años de Casa Vicens. Una buen ayuda que nos permitirá conocer más y mejor el contexto social, cultural y artístico, así como un manifiesto de Gaudí.
Antoni Gaudí se gradúo en 1878 y parece mentira que pase el tiempo y no solo sus obras aún siguen construyéndose, como es el caso de la Sagrada Familia, sino que seguimos impresionándonos de su legado.
Ahorita vengo, eso dije en Tijuana y no he vuelto. Lic. en Comunicación con Máster en Periodismo de viajes. Detrás del blog Ahorita Vengo, dirijo la revista de relatos de viajes por el mundo Viaje con Escalas y CoCo, agencia de comunicación.
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